La lluvia es algo que aunque no nos guste nos va acompañar en nuestra conducción cada vez más a medida que el verano termine por desaparecer y lleguen los meses más fríos del año. Y una muestra de ello ha sido la DANA que han cortado carreteras y ha entendido la circulación en numerosas localidades españolas.
Por ello, para conducir con una mayor seguridad, cuando nos encontremos con una carretera mojada, debemos tener en cuenta factores como la presión y el dibujo de nuestros neumáticos, ir con las luces de cruce para ver y ser vistos y aumentar la distancia de seguridad con los demás vehículos.
Y es que si nos encontramos asfalto mojado una de las principales consecuencias que se pueden dar en el coche es el fenómeno conocido como aquaplaning.
Básicamente, esto sucede cuando perdemos el contacto del neumático al asfalto, porque se acumula agua en exceso sobre la vía en la que circulamos. De este modo, perderemos la adherencia puesto que iremos “flotando” sobre el agua y no apoyados en el firme.
Esto implicará un grave riesgo para la conducción, dado que perderemos el control del vehículo durante los metros que el coche sufra este aquaplaning y circularemos a merced del agua.
Para poder evitarlo, primeramente debemos saber por qué ocurre. Así pues, podemos encontrar tres causas principales para que suceda.
Podemos evitar que esto no suceda en la mayoría de los casos. Para ello, tendremos que evitar los factores anteriormente mencionados y así tendremos mucho camino allanado.
También conviene que circulemos de una manera suave con la dirección. De esta forma, si evitamos giros bruscos, también evitaremos que la ruedas puedan deslizarse mucho más.
Junto a la dirección, también conviene que tengamos mucho más tacto con el acelerador y el freno, ya que si los usamos de manera progresiva, haremos que no se bloqueen ni que no encuentren tracción, evitando que deslicen sobre la carretera mojada en ambos casos.
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La inversión ha sido financiada por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.