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Qué son los calentadores de tu coche diésel y cómo detectar sus posibles fallos

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Los motores diésel no necesitan bujías. Sin embargo, lo que sí montan son otros elementos llamados calentadores (o también bujías de precalentamiento, precalentadores, bujías incandescentes o de incandescencia), que realizan una función, en cierto modo, similar y cuyo fallo puede causar que nuestro coche diésel acabe funcionando muy mal en frío o que directamente no arranque.

Su aspecto se asemeja mucho al de una bujía de un motor de gasolina, si bien en lugar de tener un electrodo en su punta, disponen de un elemento calefactor, una resistencia, por la que se hace pasar corriente, resultando en un intenso calentamiento. La punta del calentador se encuentra en la cámara de combustión del motor, y los motores diésel tienen un calentador por cilindro.

 

¿Qué función realizan los calentadores?

 

Al contrario que un motor de gasolina, la mezcla de combustible y aire no se enciende mediante una chispa, explosiona por compresión. Al suministrarse aire y gasóleo al interior de los cilindros, la propia presión a la que la mezcla es sometida cuando el pistón sube provoca su autoencendido. Cuando la temperatura ambiente es baja y el motor está frío, los calentadores resultan imprescindibles para arrancar nuestro motor diésel.

 

De este modo, la misión de los calentadores es facilitar el arranque en frío de los motores propulsados por gasóleo. Además, también pueden ser necesarios durante un breve periodo de tiempo una vez se produce el arranque, para conseguir un funcionamiento estable del motor y limitar las emisiones contaminantes.

 

En los motores de inyección directa no son tan necesarios como en los antiguos de precámara, pero siguen haciendo falta en condiciones climáticas adversas.

 

¿Cómo detectar sus posibles fallos?

 

Hoy en día, prácticamente todos los motores diésel llevan un testigo en el cuadro de mandos que indica el funcionamiento de los calentadores (amarillo en forma de espiral). Y los que no lo tienen, al menos encenderán la luz de fallo de motor para indicar que algo no va bien.

 

Al accionar el contacto todos los testigos se encienden en el tablero durante tres o cuatro segundos y después se apagan, indicando que todo está correcto para arrancar el motor. Si durante la marcha se enciende el testigo, no se apaga tras el arranque o se queda parpadeando, posiblemente tu coche presenta avería en uno o más calentadores (normalmente los motores diésel llevan un precalentador por cada cilindro).

 

Ten en cuenta que algunos modelos sólo avisan de la avería durante 20 o 30 segundos y después se apagan para no interferir en la conducción. Otros modelos también pueden mostrar un texto en la pantalla del ordenador de a bordo similar a: “Revisar bujías de precalentamiento”.

 

Señales de que fallan los calentadores

 

El fallo de los calentadores se nota, sobre todo, en invierno, aunque en verano también puede afectar al correcto arranque del coche. El principal indicador de avería es, como decíamos, su testigo en el cuadro de instrumentos, aunque esta luz no siempre va a activarse si, por ejemplo, los calentadores solo han perdido parte de sus capacidades.

 

Por eso, para saber si tienes uno o más calentadores fuera de combate, debes prestar atención a estos síntomas:

- De un tiempo a esta parte al motor le cuesta arrancar.

- El testigo tarda más de la cuenta en apagarse.

- El tubo de escape expulsa un humo gris o blanco que antes no emitía.

- Tras el arranque del motor, suenan varios golpeteos, rateos y el motor parece fallar. Es decir, un funcionamiento inestable hasta que se calienta.

Si percibes en tu coche alguna de estas señales, acude lo antes posible a tu taller de confianza Nubecar.

 

¿Y qué tipo de averías sufre?


La avería más habitual consiste en que la resistencia del calentador se rompa. En estos casos, no consumirá corriente, tendrá una resistencia casi infinita y no funcionará en absoluto. Otras veces solo se romperá parcialmente, se cortocircuitará o se derivará ligeramente. En este caso, seguirá funcionando, aunque calentará mucho menos, por lo que no llegará a ponerse incandescente o tardará mucho.

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