La batería suele ser la principal culpable de que el coche no arranque. Lo habitual es que se te haya descargado, debido a que te dejaste las luces o cualquier otro aparato encendido o a que hace mucho tiempo que no recargas o cambias la batería. Para volver a arrancarlo, puedes hacer una de estas cosas:
Para que esto no te vuelva a ocurrir, recuerda comprobar la batería una vez al año para ver su estado y saber si es necesario cambiarla o no.
Si no puedes arrancar el coche, pero las luces se encienden, el problema también puede deberse a la batería. Sin embargo, si compruebas la batería y está cargada y además se escucha un ruido al arrancar, el problema es con casi total seguridad del motor de arranque. La batería suministra la energía para encender, pero el motor de arranque no le da al coche la fuerza física necesaria para hacerlo.
Seguramente escuches el ruido cuando gires la llave, lo que indica que el motor de arranque está en las últimas y debe ser cambiado. Otra posibilidad es que el interruptor de encendido no funcione. Para saber si el problema es este, solo tienes que girar la llave y mirar si las luces de advertencia funcionan. Si no lo hacen, puede que el problema sea este, que es mucho más leve que el del motor de arranque.
¿Tu coche arranca y tiene batería? Puede parecer obvio, pero… ¿has revisado si el coche se ha quedado sin gasolina? Si hace tiempo que no rellenas el tanque, tendrás que ir a una gasolinera con un recipiente y echarla posteriormente en el coche. Y si has repostado hace poco y te has quedado sin gasolina, puede que el coche tenga una fuga en el depósito y se esté vaciando a una gran velocidad.
En caso de que sospeches que el problema es ese, solo tienes que mirar debajo del motor y ver si hay restos de gasolina. No es algo muy común, pero un impacto con cualquier elemento de la carretera podría dañar el depósito y provocar esa fuga.
Los cambios de temperatura pueden darte muchos problemas a la hora de arrancar el coche, sobre todo si es diésel. Si el problema no es de la batería, que también puede fallar debido al frío o al calor, el fallo puede estar en algún sensor o en los calentadores (coches diésel).
El aceite tiene que tener un cierto grado de viscosidad, el cual se pierde en temperaturas altas y bajas. Si ese aceite se hace demasiado líquido o demasiado espeso, será imposible que el coche pueda arrancar. Para solucionarlo solo tendrías que cambiar el aceite por otro que se adapte mejor a la temperatura ambiente.
Los diésel, como hemos comentado en el apartado anterior, pueden tener más dificultades para arrancar sobre todo en temperaturas frías. Aun así, si el coche no arranca puede deberse a que las bujías de precalentamiento no está funcionando correctamente. Si tu coche tiene un motor de gasolina, el problema se puede deber a que el las bujías no estén en buen estado.
Si tienes problemas con arrancar tu coche, lo más seguro es que tengas que reparar alguna pieza de tu vehículo, como puede ser el motor de arranque o la batería. Te recomendamos que vayas a tu taller Nubecar de confianza, donde nuestros expertos realizarán un diagnóstico certero y rápido de los problemas de tu coche. Pide ya tu cita y no lo dejes más, cuida por la seguridad de ti y los tuyos.
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