Aunque la vida útil de la batería de tu coche, dependiendo de su calidad, puede estar entre los 3 y los 5 años en condiciones normales, este intervalo podemos ampliarlo.
Y es que, aunque la batería haya que cambiarla cada cierto tiempo, un correcto uso y mantenimiento puede ayudar a que tenga una duración más larga. Dicho de otra forma, la batería de tu coche, al igual que otros componentes de tu vehículo, pueden desgastarse en mayor medida dependiendo de la conducción, y de no tener en cuenta algunas recomendaciones...
Tanto el frío como el calor extremo reducen la vida de la batería. Por eso, es bastante común que fallen en otoño, después de haber soportado el calor y un mayor uso en verano. Así, intenta no dejar tu coche a la intemperie por debajo de 5ºC y por encima de 30ºC más de 5 horas.
Con ello, la batería sólo tendrá que arrancar el motor y se esforzará menos. Y es que, si el embrague no está pisado, tendrá que mover innecesariamente parte del sistema de transmisión.
Si instalas algún accesorio eléctrico en el coche - un equipo de audio más potente, luces diurnas…-, es muy importante que todos los cables y conexiones queden perfectamente aislados. De lo contrario, con el motor parado, se producirán pequeñas descargas que reducirán la vida de la batería. También se debe tener en cuenta qué potencia consumen los elementos instalados, pues podría ser necesaria una batería de mayor capacidad para que ésta no se agote antes de lo debido: consulta en tu taller de confianza.
Cuando el motor está en marcha, es el alternador el que suministra electricidad al vehículo. Sin embargo, si se llevan conectados muchos sistemas eléctricos, puede llegar un momento en el que el alternador no tenga capacidad suficiente, por lo que la batería tendría que ‘ayudarle’… reduciendo su vida útil. Eso sí, en los modelos actuales este problema es muy poco habitual.
Si al accionar el contacto notas que a la batería le cuesta poner en marcha el motor, es recomendable que acudas a un taller para cambiarla o, si aún no está en muy mal estado, recargarla. Aun así, y hasta que lo hagas, puedes facilitarle el trabajo si evitas arrancar con la radio o las luces encendidas, el aire acondicionado conectado…
Cuando la batería sufre mayor esfuerzo es en el arranque. Además, necesita varios minutos para que el alternador pueda recargarla de nuevo. Por ello, realizar trayectos cortos y a bajas revoluciones impedirá que el alternador la pueda cargar correctamente, reduciendo su vida media.
Aunque el coche esté parado, la batería tiende a descargarse. Por eso, es recomendable que lo arranques, al menos, una vez al mes, y que circules con un mínimo de 30 kilómetros (por autopista, mejor). Si el vehículo va a permanecer parado más tiempo, puede que te compense desconectar la batería: basta con quitar el borne negativo y asegurarte de que no roce con ningún elemento metálico.
Permanecer dentro del coche con el motor parado y con las luces encendidas, o escuchando la radio, también reduce la vida de la batería, especialmente cuando ésta ya no está en su mejor momento. Evítalo en lo posible.
En ocasiones, se puede formar una ‘costra’ blanca en los bornes de la batería, que conviene eliminar, pues reduce su vida útil. Para ello, puedes retirar los restos con un cepillo metálico, agua y bicarbonato. Después, protege los bornes con un producto específico o, si no es posible, con vaselina neutra.
Aunque cada vez se emplean menos, aún existen baterías con mantenimiento —se indica en la propia batería—, que necesitan rellenar el agua que contienen en el interior —se evapora—. Por ello, una vez al año, debes quitar los tapones que hay entre los bornes y, si el nivel de agua está bajo, rellenarla al máximo. Utiliza sólo agua destilada, pues el agua del grifo contiene sales y cal que reducirían la vida de la batería.
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La inversión ha sido financiada por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.