El sistema de alumbrado del vehículo es, durante los meses de invierno, cuando cobra mayor importancia si cabe. Al haber menos horas de luz y, porlo tanto, circular con más probabilidad en momentos de baja visibilidad o de oscuridad se hace aún más necesario que las luces del coche estén siempre apunto.
Además, las multas de tráfico por no utilizar adecuadamente los sistemas de alumbrado del vehículo y las diferentes luces rondan los 200 euros. Por eso, es importante también conocer, y más en estas fechas, cómo, cuándo y qué luces hay que usar en cada escenario que podamos encontrarnos al volante.
Por normal general, hay cuatro situaciones en las que siempre será obligatorio circular con las luces de cruce (o ‘cortas’) encendidas: entre el ocaso y la salida del sol, en túneles, en carriles reversibles y en condiciones de baja visibilidad. Esta última opción recoge escenarios invernales y otoñales como lluvias, niebla, nieve... Y, en cada uno de ellos, es necesario usar las luces de una manera u otra.
Por tanto, con lluvia es obligatorio encender siempre las luces de cruce. Además, con lluvia intensa se pueden utilizar las antiniebla delanteras, mientras que las traseras solo se podrán conectar con lluvia muy fuerte e intensa.
En caso de nieve, también es obligatorio encender las luces cortas: se podrá hacer uso de las antiniebla delanteras de manera opcional si nieva con algo más de intensidad y las traseras únicamente podrán conectarse si se trata de una fuerte nevada. En ninguno de estos casos es aconsejable activar las luces de carretera (las ‘largas’).
Si durante el viaje nos encontramos con un banco de niebla, deberemos conectar las luces de cruce y las antiniebla delanteras. Las traseras, como en los casos anteriores, solo se utilizan cuando la niebla es muy espesa, ya que son molestas para los conductores que nos siguen. Igualmente, queda desaconsejado el uso de luces largas.
La normativa actual establece varias multas de tráfico relacionadas con el mal uso del alumbrado del vehículo. Por ejemplo, está sancionado desde llenar el depósito con las luces encendidas (conlleva una sanción de 80 euros) hasta olvidarse de conectar los intermitentes (hasta 200 €).
En lo que se refiere a la mala utilización de las luces en los casos descritos, es sancionable el mal uso o la utilización excesiva de los faros antiniebla (hasta 200 euros de multa); hacer ráfagas o abusar de las luces largas (80 €); utilizar mal las luces de cruce o cortas (otros 200 euros); o, en general, llevar las luces apagadas.
Igualmente, llevar fundida la luz de la matrícula trasera o llevar una bombilla rota son dos infracciones sancionables ambas con 200 euros de multa. La primera, porque es obligatorio llevar siempre la matrícula en condiciones de legibilidad y, la segunda, porque el reglamento especifica que hay que llevar siempre en buen estado el sistema de alumbrado. No obstante, no llevar repuestos y bombillas en el vehículo ya no es obligatoria ni, por tanto, sancionable.
En cualquier caso, revisar el vehículo antes de salir de viaje, comprobar que todas las lámparas funcionan a la perfección y recordar cómo y cuándo usar las luces no es solo una manera de evitar multas: también nos ayudará a conducir con seguridad y evitar accidentes durante nuestros desplazamientos en invierno.
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La inversión ha sido financiada por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.