Cómo proteger el motor de tu coche del frío y evitar averías invernales

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El coche es una de las inversiones más importantes que hacemos en la vida, por lo que cuidarlo durante las estaciones más duras no solo alarga su vida útil, sino que también evita reparaciones costosas. Con la llegada del frío, el motor, la batería o el sistema de refrigeración pueden resentirse si no se toman precauciones.

El frío y el motor: una combinación peligrosa

El invierno afecta directamente a la mecánica del coche. Las bajas temperaturas espesan el aceite, reducen la eficacia de la batería y pueden congelar líquidos esenciales. No es necesario vivir en Siberia para que el coche sufra los efectos del frío: basta con dejarlo varias noches a la intemperie para notar dificultades en el arranque o pérdida de rendimiento.

Consejos para proteger el motor del frío

► Revisa y cambia el aceite por uno más fluido. Los aceites de baja viscosidad mantienen una mejor lubricación a bajas temperaturas, evitando que las piezas del motor trabajen en seco al arrancar.

► Comprueba el líquido refrigerante. No debe ser solo agua. Asegúrate de que contiene anticongelante en la proporción adecuada, ya que de lo contrario el sistema podría congelarse y dañar el bloque del motor.

► Cuida la batería. El frío puede reducir su capacidad hasta un 30%. Revisa los bornes, mantenlos limpios y, si el coche duerme en la calle, protégela con una manta o cobertor para aislarla.

► Arranca con suavidad. Antes de iniciar la marcha, deja que el motor funcione unos segundos al ralentí. Esto permite que el aceite se distribuya por todo el circuito.

► Evita los trayectos cortos y constantes. En invierno, el motor necesita más tiempo para alcanzar su temperatura óptima. Si solo haces desplazamientos breves, la batería y el sistema de escape acumulan humedad, reduciendo su vida útil.

Protección extra para todo el vehículo

El motor no es el único que sufre en invierno. Elementos como los limpiaparabrisas, neumáticos o cerraduras también merecen atención:
► Usa líquido limpiaparabrisas con descongelante. Evita rellenar con agua, ya que podría congelarse y romper los conductos.
► Revisa los neumáticos. A temperaturas inferiores a 7 ºC, su agarre disminuye. Considera los neumáticos de invierno, más flexibles y seguros sobre superficies heladas.
► Protege el coche con una cubierta impermeable. Ayuda a mantener el calor del motor y evita la acumulación de escarcha sobre las lunas.

Cómo evitar que el coche no arranque por frío

Si el coche ha pasado la noche al aire libre y el termómetro marca bajo cero, sigue estos pasos antes de girar la llave:
► Enciende los faros unos segundos para calentar la batería.
► Pisa el embrague al arrancar para reducir la resistencia mecánica.
► No insistas con el contacto más de 5 segundos seguidos. Espera un momento y vuelve a intentarlo.

Mantén tu coche listo para el invierno

Una puesta a punto profesional antes del invierno puede marcar la diferencia entre un coche fiable y uno que te deje tirado a la primera helada. En el taller revisarán los niveles, la batería, los filtros y los sistemas eléctricos para que todo funcione sin esfuerzo durante los meses más fríos.

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